¿OÍS o ESCUCHAS?
¿Estas oyendo o escuchando?
Muchos me dirán en este momento; “son lo mismo, ¿Cuál es la diferencia?”
Pero, ¿Es realmente lo mismo oír que escuchar?
La comunicación tiene dos partes; hablar y escuchar.
Se suele pensar que la mas importante es hablar, ya que pareciera ser el lado activo de la comunicación, mientras que el escuchar se lo suele considerar como el lado pasivo.
Pero en realidad, la escucha es un factor fundamental, porque hablamos para ser escuchados…
El escuchar valida el hablar.
¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar?
Oír es un acto biológico que consiste en percibir sonidos, implica el sistema auditivo. Por el contrario, escuchar tiene que ver con percibir e interpretar.
Percibimos al oír palabras, pero también según el tono de voz, los gestos, la corporalidad. Con todos los sentidos.
También, inevitablemente interpretamos, le ponemos un significado según quien soy yo, nuestra historia, creencias, etc.
“Cada uno escucha a su manera”.
Escuchar es también interpretar a la otra persona incluso en sus silencios, ya que un silencio puede significar diferentes cosas según la situación; aprobación, negación, duda…
La calidad con la que escucho es tan relevante que, la situación de tus relaciones personales se puede juzgar en gran medida mediante la escucha que tenés dentro de ella.
Además, es importante dejar en claro que la escucha es una interpretación de lo que el otro dice, es decir, una aproximación, mas o menos, de lo que la otra persona busca expresar, pero nunca será exactamente igual.
De hecho, el sentido que yo le doy a lo que escucho, puede que no sea el mismo con el que la otra persona lo este diciendo.
Es desde aquí que decimos que existe una brecha interpretativa, que es la distancia entre lo que una persona expresa y lo que el receptor interpreta.
El escuchar para la cultura oriental
Este es el Ideograma japonés que representa el “Escuchar”.
Usamos nuestros oídos para captar las palabras que el otro dice, mientras que a la vez le damos la potestad de soberano al interlocutor, por lo que le brindamos toda nuestra atención.
Además implica mirar al otro en búsqueda de gestos, miradas, movimientos.
Y detectar que haya congruencia entre lo que dicen sus palabras y lo que expresa su cuerpo.
Y por ultimo, tenemos que poner en juego nuestro corazón, dejar nuestros juicios de lados y ser lo más neutral posible para con el otro.
Un concepto mucho más profundo, ¿no?
¿Cómo escuchar mejor?
Desde que entendemos que existe una brecha interpretativa en toda conversación, tenemos varias herramientas para mejorar nuestra escucha:
- Respetar las diferencias que hay entre las personas. Suponer que para tener buenas relaciones siempre hay que coincidir es inviable.
- Aprender a escuchar manteniendo esa brecha lo mas pequeña posible.
- Escuchar sabiendo que somos personas distintas y diferentes. Saber que lo que me parece bueno y apropiado para mi puede que no lo sea para el otro, entonces pararme desde una posición de apertura y posibilidad a que existen otras realidades y no solo la que me sucede a mi.
- No descalificar a la otra persona por sostener algo diferente a lo que nosotros pensamos. Aceptar legítimamente que somos diferentes, que eso no significa que este equivocado o que sea falso.
- Verificar lo que escuché, repreguntar. No importa cuando claro crea que haya sido lo que dijo, la brecha existe.
- Preguntar para que el otro hable mas, comprenderlo mejor, afinar nuestras interpretaciones y que, nuevamente, esa brecha se achique lo máximo posible.
APLICACIÓN:
- Pensá en tres personas muy importantes en tu vida.
- ¿Estas frenando y tomándote el tiempo para escucharlos?
- Si son tan importantes para vos, ¿Crees que se merecen ser escuchados?